Algo que contar
PENSAMIENTOS CUALQUIER
Publicado el 15 Ee junio Ee 2013 a las 10:00 |
Vulgares ropas raídas
mentes torpes llenas de vanidad
golpean los duros cuellos
de las jirafas moribundas
como en un sueño blanco
legañosas imágenes
terciopelos futuros
un leopardo malherido
rastrea con su instinto
el olor a sangre de la muerte
brazos fuertes
tatuados
con un triste “te amo por siempre Teresa”
ella retoza alegre con su mejor amiga
dulces de lesbos
cubiertas de caliente flujo vaginal
un jeque árabe miope busca
arrodillado
la dulce perla de su esposa
que llora amargamente
un varón de raza blanca apunta
con su viejo Colt 45
del rastro de Valladolid
a la humanidad perpleja
en la boca del revolver
aparece un alacrán de roja oscura cola
el agua del río
corre asustada
no quiere llegar ya al mar
A. Machado esboza una sonrisa
Mientras se rasca distraídamente
la cabeza
el joven muchacho encapuchado
arroja
una piedra de fuego
que espera ser bateada
por el serio madero de la gorra de los New York
Allen Ginsberg se muere
le traicionó su hígado
A. G. escribe un poema
sobre un niño que juega
en su tumba
el cielo se oscurece
cuando los Sollubis reciben
la primera descarga de mierda
directa a su boca
ya no tienen raza
un hombre observa su alma podrida en el espejo
sonríe mientras los gusanos juguetean golosos
en su boca
su hija también juega a mirarse en los espejos
pide ver su muerte y se ennegrece
el teléfono escupe rabia
y una lágrima discurre dolorosa
por las grietas carnosas del rostro
dame la mano y mira hacia el cielo
una espada sangrienta
pende sobre nuestros corazones
reniega de tu nombre
y vuelve la vista a tu alma
escupe sobre lo establecido
que el mundo se dé la vuelta
dos piernas desperdigadas por el suelo
sus sombras
ocultan mi cuerpo
un joven decrépito recita poesía
en la plaza del pueblo
habla al viento y al sol
al banco de madera y a la cabina de teléfonos
dos mujeres exhiben sus pechos
en una galería de arte de la calle Gamazo
mujeres antipechos lanzan penes
en señal de repulsa
el presidente de gobierno encapuchado
ofrece su discurso de Navidad
a la ciudadanía
un famoso jugador de fútbol
se compra un balón deshinchado
en la tienda de deportes de la esquina
los niños se hacen torniquetes en el brazo
y sus madres dicharacheras les hacen jerseys para las piernas
un hombre de mediana edad
simula limpiar los cristales
de un edificio de veinte pisos
mientras cae al vacío
la huella de un cuerpo en el suelo le espera
las luces de la ciudad
ofenden a la luna
que desde su trono elevado
lanza insultantes rayos de advertencia
a los ensoberbecidos terrícolas
un niño se levanta violentamente
de su cama
soñaba que era un hombre
un hombre se levanta entristecido
de su cama
no soñaba
un afilado bisturí rasga
con suavidad
la córnea de un ojo envilecido
ahora ya ve
un rojo acuchilla a un amarillo
el azul se rebela
y el negro prepara el funeral
el reloj cuenta los minutos
pero dame la mano
y mira hacia el cielo
una espada resbala
sin misericordia
sobre nuestros corazones
Categorías: Poesía
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